La participación constituye un principio fundamental dentro del marco de los derechos humanos y contribuye a que los derechos y deberes sean efectivamente reconocidos y ejercidos. La participación implica la creación de nuevas formas de convivencia que nos llevan al cambio.

 

Si la comunidad se involucra activamente, desde el mismo proceso de planeación de la intervención, la participación se convierte en un proceso dinámico para:

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• Adquirir conciencia de la situación o problemática existente y de sus causas, así como de las acciones que pueden conducir a la superación de la situación;

• Cambiar el rol de la comunidad para que sea protagonista en la dirección de la intervención;

• Involucrar de manera activa en los cambios que siguen después de adquirir conciencia.

 

Las iniciativas urbanas involucran a ciudadanos, funcionarios, profesionales del sector público, líderes de organizaciones sociales y comunitarias y otros actores de la sociedad civil. Así, la comunidad en su conjunto, debe estar involucrada en el proceso.

 

El punto de vista de los ciudadanos es fundamental en las experiencias presentadas tanto para la definición de los problemas como para la búsqueda de soluciones. En algunas experiencias, los ciudadanos están involucrados en todas las fases de implementación y se hacen esfuerzos para encontrar formas de involucrar a los ciudadanos en gran parte de las actividades, trabajando de la mano con ellos, movilizándose, incluso, si mantener su movilización es a menudo el mayor desafío encontrado.

 

Hemos buscado a través de dos iniciativas en el sector del Tunal, generar espacios de participación, permitiendo que los proyectos sean construidos y codiseñados por y para la comunidad del territorio.